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  • Por qué las abejas pueden ayudar a frenar el precio de los alimentos

    Un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad inglesa de Reading y publicado en la revista Ecology Letters, sugiere que los insectos polinizadores, como las abejas, pueden ayudar a mitigar los problemas de abastecimiento y las perturbaciones del mercado que provocan picos de precios a nivel mundial al mantener estable el suministro de alimentos. Los investigadores descubrieron que había un 32 % menos de variación en el rendimiento de las plantas visitadas por las abejas y otros polinizadores que las cultivadas sin ellos. Son bien sabidos los beneficios que ejercen los insectos polinizadores en el rendimiento de los cultivos. Sin embargo, no estaba muy claro el papel que desempeñan en su estabilidad. Algo que es clave en la subida o bajada de precios. iStock “Nuestros hallazgos sugieren que preservar a los polinizadores proporciona un doble beneficio, ya que reduce las fluctuaciones en el suministro de alimentos, además de aumentar los suministros en primer lugar”, dijo el dr. Jake Bishop, investigador de ciencias de los cultivos de la Universidad de Reading que ha dirigido la investigación. “Los polinizadores son especialmente importantes en la producción de cultivos de frutas y verduras. Alrededor de la mitad de los experimentos que analizamos probaban el efecto de poblaciones reales de polinizadores en campos de cultivo reales, por lo que nuestros resultados ilustran los beneficios que los polinizadores proporcionan actualmente”, dijo el experto. Este estudio es un metaanálisis en el que se han combinado los resultados de más de 200 experimentos anteriores que comparaban el rendimiento de cultivos con y sin polinización de insectos. Los científicos se han centrado en tres especies de cultivo que son importantes y representativas a nivel mundial: la manzana, la alubia y la colza.

  • Nuevos Alimentos: todo lo que debes saber sobre ellos

    Una correcta alimentación es uno de los aspectos más importantes de nuestra vida y, como tal, se encuentra en un cambio constante gracias a la supervisión e innovación científicas que buscan mejorar la calidad y propiedades de los alimentos que consumimos a diario. No es extraño oír o leer en la actualidad acerca de la importancia de aditivos, contaminantes o incluso de los propios envases alimentarios para la seguridad alimentaria, siendo uno de los aspectos más relevantes de los últimos años el ámbito de los Nuevos Alimentos. ¿Qué son los Nuevos Alimentos y en qué nos afectan? La definición que aportan estas instituciones para el concepto de Nuevos Alimentos no podría ser más sencilla. Para EFSA y AESAN, un Nuevo Alimento es simplemente aquel que no era consumido en gran medida en la UE antes del 15 de mayo de 1997, fecha en la que entró en vigor el primer Reglamento sobre Nuevos Alimentos y simbolizando una aproximación similar a cómo, desde una perspectiva histórica, productos que hoy consideramos esenciales como las patatas, tomates o el propio arroz fueron catalogados como Nuevos Alimentos en Europa cuando se introdujeron por primera vez. Sin embargo y como cabe esperar, el término de Nuevos Alimentos implica más complejidad que esa definición, ya que no sólo engloba a los alimentos que tradicionalmente se han consumido fuera de la Unión, sino que también a aquellos elementos de reciente creación gracias a innovaciones científicas y tecnológicas. Nuestros propios avances en territorio europeo son catalogados como Nuevos Alimentos en la misma medida en el que se catalogan a alimentos procedentes de terceros países como los asiáticos. Mayor variedad alimentaria Por lo tanto, encontramos que los Nuevos Alimentos pueden variar desde elementos procedentes de innovaciones científicas, como el uso de nuevas fuentes de vitaminas como la menaquinona, hasta elementos más disruptivos para nuestras culturas como encontramos en el caso de insectos como los grillos, pasando por elementos menos llamativos como pueden ser el uso de algas o frutas exóticas de terceros países. A pesar de esto, lo cierto es que no debemos de pensar en ellos de forma diferente a la que pensamos del café o la quinoa por ejemplo, ya que a partir de éste primero se están elaborando Nuevos Alimentos y el segundo sigue siendo considerado un Nuevo Alimento a pesar de su consumo generalizado en la actualidad. Estas aportaciones a nuestro repertorio alimentario no sólo conllevan una mayor variedad y novedad como su nombre indica, sino que también involucran beneficios fruto del esfuerzo e investigación científica en el caso de descubrimientos relativos a aditivos u otras tecnologías relacionadas con los alimentos, como una mejor preservación de la frescura y propiedades organolépticas de los mismos. Así, la regulación de estos Nuevos Alimentos asegura una mejoría constante de la industria alimentaria europea al dotarla de una mayor capacidad de adaptación e innovación sin olvidar uno de los aspectos más importantes si no el que más, la seguridad alimentaria. Nuevos Alimentos. ¿Cómo puedo identificar a los Nuevos Alimentos? Más allá de la propia definición de los mismos, conocer si el alimento que hemos comprado es catalogado como un Nuevo Alimento no es una cuestión tan simple como mirar en su etiquetado, ya que su señalización en el etiquetado no los destaca como tal, sino que simplemente los enumera como cualquier otro ingrediente. En caso de querer saber si un producto es un Nuevo Alimento, encontramos nuestra mejor opción en el Reglamento (UE) 2017/2470 por el que se establece la lista de la Unión de Nuevos alimentos. También podemos encontrar información a este respecto en el catálogo  público de la Comisión Europea que cuenta con las contribuciones de cada país de la Unión Europea gracias a las instituciones de seguridad alimentaria nacionales, como es el caso de AESAN en España. Este catálogo es fruto de un esfuerzo conjunto entre los diferentes Estados Miembros y la Comisión Europea, por lo que se encuentra en una constante evolución dependiente de las últimas deliberaciones por parte de instituciones como AESAN. ¿Corro algún riesgo al consumirlos? A pesar de no poder identificar la mayoría de estos Nuevos Alimentos de manera inmediata, no debemos temer ni por su seguridad ni por sus propiedades, ya que incluso aquellos que buscan reemplazar algún alimento antiguo o tradicional deben de estar nutricionalmente equilibrados para que no sea un cambio desventajoso. El procedimiento para que un Nuevo Alimento se apruebe en la Unión Europea está recogido en los artículos 10 y 14 del Reglamento de la UE 2015/2283, encargándose EFSA, a petición de la Comisión Europea, de realizar un estudio del mismo basándose en una serie de evaluaciones, como los posibles riesgos que conllevaría consumirlo e incluirlo en el mercado europeo. Así, los Nuevos Alimentos buscan no sólo ampliar las opciones alimentarias de las que disponemos en Europa sino también reforzar y mejorar las propiedades de los alimentos que ya consumimos sin transgredir los estándares de seguridad implementados por los diferentes Estados Miembros. La constante supervisión y evaluación de instituciones como EFSA a nivel europeo o AESAN a nivel nacional deben de estar acompañadas por una comunicación clara que busque la complicidad de la sociedad para evitar la desinformación sobre aspectos tan vitales e importantes como es la seguridad alimentaria y nutricional. Instituciones especializadas: AESAN Y EFSA El conjunto de consideraciones referidas a estos Nuevos Alimentos ha sido acompañado en los últimos años por grandes cantidades de desinformación que buscan deslegitimar los esfuerzos que se realizan con ellos en el campo de seguridad alimentaria y nutrición. Ante esto, es el trabajo de instituciones especializadas como AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) y EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) el que debe de servirnos de guía en estas cuestiones. Por este motivo EFSA, apoyada por instituciones nacionales de la Unión Europea como AESAN en España, ha puesto en marcha una iniciativa de concienciación alimentaria encontrada en la campaña de seguridad alimentaria #EUChooseSafeFood, que tiene como objetivo animar a los ciudadanos europeos a elegir sus alimentos con confianza en ámbitos como los Nuevos Alimentos, el desperdicio alimentario o los aditivos, entre otros, buscando alentar a los ciudadanos a reflexionar de forma crítica sobre sus elecciones alimentarias cotidianas.

  • Hyperion es el árbol más alto del mundo y está “escondido” para evitar que lo destruyan

    El árbol más alto del mundo mide 115 metros y se lo considera el ser vivo de mayor altura del que se tenga registro, incluyendo el reino animal ¿De qué especie es Hyperion, el árbol más alto del mundo? Hyperion es una secuoya de la especie Sempervirens, llamadas comúnmente secuoya roja. Tienen un tronco recto y cilíndrico. Son originarias de California, en el oeste de Estados Unidos. Las secuoyas son árboles que poseen raíces poco profundas con un tamaño promedio de menos de 4 metros. El agua la obtienen del suelo y de restos naturales, como las agujas de pino que atrapan la humedad del bosque. USA, California, Redwood National Park, Sequoia trees, august, 2018. ¿Cuánto mide exactamente el árbol más alto del mundo? Hyperion mide actualmente 115.85 metros de altura, pero esta especie continua creciendo aun cuando tienen muchos años de edad, por lo que es probable que Hyperion pase los 116 metros de altura próximamente. Su tronco mide aproximadamente 5 metros de diámetro. ¿Qué edad tiene el árbol más alto del mundo? Estos árboles son muy longevos y pueden llegar a vivir hasta 2.000 años. La mayoría de los expertos le atribuyen a Hyperion una edad de 600 años, aunque algunos piensan que puede tener hasta 900 años. ¿Dónde se encuentra el árbol Hyperion? El árbol Hyperion se encuentra en el Parque Nacional Reedwood, en el norte del estado de California, en Estados Unidos. Su ubicación exacta se mantiene en secreto para proteger el árbol del daño que podría ocasionar el turismo de masas. No hay caminos para llegar hasta él, y no hay ninguna placa que lo identifique. ¿Por qué es un secreto la ubicación del árbol Hyperion? Esto se debe a que se había transformado en uno de los tesoros más buscados por los amantes de los bosques, visitantes, turistas y senderistas, que pusieron en riesgo la estabilidad del imponente árbol. Los turistas que habían logrado llegar hasta el árbol más grande que existe sobre la Tierra, pisaron su base en tantas ocasiones que los helechos sobre sus raíces habían empezado a escasear creando un impacto negativo en el sistema de raíces del árbol. Los daños son considerados severos, y por eso el Servicio de Parques Nacionales (NPS, por sus siglas en inglés) decidió sancionar a los turistas que se acerquen al árbol con una multa de 5,000 dólares o hasta seis meses de cárcel. “Había basura y la gente estaba creando aún más senderos laterales para usar el baño. Dejan papel higiénico usado y desechos humanos; no es algo bueno, no es una buena escena”, dijo Leonel Argüello, jefe de Recursos Naturales del parque. ¿Por qué el árbol más alto del mundo se llama Hyperion? Esta secuoya gigante fue bautizada con el nombre de Hyperion (en español Hiperión) en honor al famoso titán de la mitología griega. Este ser era una poderosa deidad, hijo del dios Urano (que personifica al cielo) y de la diosa Gea (que personifica a la Tierra). A Hyperion se lo considera el dios “de las alturas”. Según algunas versiones su nombre significa “el que mira hacia arriba”.

  • Saturno: ¡todos los elementos esenciales para la vida están ahí!

    Freepik La misión Cassini-Huygens Los datos recogidos por la misión Cassini-Huygens, una misión interplanetaria conjunta de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Italiana (Asi) lanzada en 1997, han sido publicados en la revista de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. y nos han proporcionado información muy importante. Freepik Encélado, el satélite con vida En particular, los estudios se han centrado en Encélado, el sexto satélite de Saturno, que se caracteriza por tener una superficie casi totalmente helada. Aquí, la sonda Cassini descubrió un penacho rico en agua en la región polar sur. Este descubrimiento, junto con la presencia de fugas de calor internas, indica que Encélado es actualmente geológicamente activo. Freepik Un sensacional descubrimiento bajo la superficie del hielo Encélado tiene un gran océano subterráneo, enterrado bajo una gruesa capa de hielo, que contiene la mayoría de los elementos esenciales para el desarrollo de la vida. El único elemento esencial que falta es el fósforo. Están presentes el carbono, el hidrógeno, el nitrógeno, el oxígeno y el azufre. En cambio, los últimos descubrimientos nos dicen que el fósforo también está presente. Freepik La importancia del fósforo El fósforo y sus compuestos participan en las funciones fundamentales de todas las formas de vida conocidas: las moléculas que contienen fósforo, por ejemplo, forman parte del ADN, el ARN y la molécula de Atp, que proporciona energía en las reacciones metabólicas. La sonda Cassini ha descubierto que el fósforo se encuentra en forma de fosfatos, en cantidades mayores o similares en nuestros océanos. Freepik ¿Cuál será la próxima misión? La presencia de agua y de elementos esenciales para los organismos aumenta las posibilidades de que la vida pueda desarrollarse en Encélado. Por lo tanto, la próxima misión es ésta: enviar una sonda que pueda buscar vida en el satélite de Saturno.

  • El gran problema del viaje a Marte: estar encerrado con otras personas durante año y medio

    Si preguntásemos a cualquier persona dónde habremos llegado dentro de 40 años, la respuesta más probable será Marte. Pero, ¿cómo llegar? El ideólogo más importante del proyecto de poner un pie en el planeta rojo es el ingeniero aeronáutico Robert Zubrin, que con la publicación en 1997 de su libro The Case for Mars galvanizó todos los sueños y esperanzas de una miríada de románticos y la NASA adoptó su proyecto como estudio-base para sus planes futuros de viajar al planeta rojo. Se trata de un viaje por etapas. Según Zubrin, en el primer lanzamiento se enviarían a Marte un vehículo de retorno, el soporte vital necesario para nueve personas, un reactor nuclear, una planta de procesamiento químico y una serie de rovers robotizados. La tripulación, que viajaría en el segundo lanzamiento, estaría en el planeta rojo durante año y medio preparando la siguiente misión y haciendo el planeta algo más habitable para la especie humana. Al mismo tiempo, y unos cuantos centenares de kilómetros más allá, aterrizaría un segundo vehículo que empezaría a crear el propelente necesario para la siguiente misión. De este modo, cada año llegarían a Marte dos misiones: una llevando la tripulación de relevo y otra, automática, para preparar la siguiente misión. El gran problema de una base marciana Ahora bien, el mayor problema de la colonización marciana no es, como podríamos creer, el transporte, sino en desarrollar las habilidades necesarias para utilizar los recursos marcianos y conseguir que la base sea relativamente autosuficiente. Los comienzos serán duros, y los astronautas, los primeros marcianos, se irán quedando en el planeta tiempos cada vez más largos: cuatro años, después seis…, viviendo en las primeras bases permanentes establecidas en otro cuerpo del Sistema Solar: domos de 50 metros de diámetro construidos con plásticos como el Kevlar o el Spectra. Plantas modificadas genéticamente para adaptarse al nivel de dióxido de carbono marciano serán los primeros seres vivos no humanos que llevaremos. Y éste es el paso crucial. Freeman Dyson, uno de los científicos más grandes e imaginativos del siglo XX, llamó la atención sobre este hecho: la expansión del ser humano por el espacio depende radicalmente de la biología. Los avances biotecnológicos son los que van a marcar el ritmo y la capacidad de viajar por el espacio: “cualquier programa de exploración tripulada debe estar centrada en la biología”, afirmó. ¿Pero, y los humanos? Más preocupante aún es el comportamiento del componente principal de la misión: el ser humano. ¿Cómo funciona la psicología en un viaje de larga duración? Si te enfadas en la tierra puedes dar un portazo y marcharte pero, ¿y en el espacio? ¿Cómo afecta el viaje espacial a la sexualidad humana? ¿Y la alimentación? ¿Quién está dispuesto a alimentarse durante cinco años -como mínimo- con ‘comida de astronautas’? Sorprendentemente, a lo largo de su historia la NASA no ha prestado demasiada atención a la psicología, sociología y antropología de los vuelos tripulados. Es más, a mediados de los 90, los responsables científicos de la NASA incluso aconsejaban abandonar cualquier línea de investigación que fuera en este sentido. El psicólogo Albert A. Harrison ha comentado: “Quizá los científicos “duros” que controlan el programa y que están acostumbrados a resultados cuantitativos encuentran a las ciencias “blandas” difusas, imprecisas y de algún modo poco fiables”. Por el contrario, los rusos, con sus programas de larga permanencia en el espacio, sí han integrado científicos del comportamiento en sus equipos. Aunque también juegue cierto papel las diferencias culturales entre ambos países: mientras que los rusos provienen de un entorno donde se enfatiza las necesidades del grupo, los norteamericanos han sido educados en la iniciativa personal y la competitividad. Sea como fuere, hay cuatro factores que hay que tener en cuenta a la hora de un viaje por el espacio, que ya fueron puestos de manifiesto en una publicación de NASA de 1985 y titulada Living Aloft: Human Requirements for Extended Spaceflight: el tamaño de la tripulación, su composición, la duración de la misión y la adaptación de la tripulación a la tecnología. Un elevado número de tripulantes tiene sus ventajas -mayor capacidad para solucionar problemas, fuente de estímulo social…- pero también sus inconvenientes –problemas de liderazgo, enfrentamientos…- Por otro lado, un incremento en la diversidad también es beneficioso, aunque ocasiona problemas de relación. Pero es en la duración de la misión y su objetivo final lo que puede plantear más problemas, y eso es algo que difícilmente se puede resolver. Psicológicamente hablando, no es lo mismo estar seis meses en la Estación Espacial Internacional orbitando alrededor de la Tierra que en vuelo hacia Marte, lejos de cualquier posibilidad, por muy remota que fuera, de recibir ayuda. En el viaje a Marte los astronautas estarían, esencialmente, solos. Con todo, y para estudiar en profundidad los problemas de comportamiento y relación que pueden surgir en un viaje espacial, algunos psicólogos apuntan a que sería necesario que, antes de volar a Marte, sería muy útil usar o crear una base en la Antártida. De hecho, en ciertas bases remotas, la presencia humana es continua, lo que proporciona un excelente laboratorio para estudiar en detalle el comportamiento humano en condiciones de aislamiento.

  • LAS SIETE VECES QUE LA GENTE DESCUBRIÓ AMÉRICA, Y COMO LLEGARON ALLÍ

    En total, la gente encontró las Américas al menos en siete momentos diferentes. Para al menos seis de ellos, no era tan nuevo después de todo. Los descubridores llegaron por mar y por tierra, trayendo nuevos genes, nuevos lenguajes, nuevas tecnologías. Algunos se quedaron, exploraron y construyeron imperios. Otros se fueron a casa y dejaron pocos indicios de que alguna vez habían estado allí. De último a primero, aquí está la historia de cómo descubrimos las Américas. 7. CRISTOBAL COLÓN: 1492 E.C. Réplicas de los barcos de Colón navegaron hasta la Feria Mundial de Chicago de 1893. E. Benjamin Andrews/wikimedia En 1492, los europeos podían llegar a Asia por la Ruta de la Seda o navegando por la Ruta del Cabo alrededor del extremo sur de África. Se pensaba que navegar hacia el oeste desde Europa era imposible. Los antiguos griegos habían calculado con precisión que la circunferencia de la Tierra era de 40.000 km , lo que situaba a Asia muy al oeste. Pero Colón falló en sus cálculos. Un error en la conversión de unidades le dio una circunferencia de solo 30.000 km. Este error, junto con otras suposiciones nacidas de ilusiones, dio una distancia de apenas 4.500 km de Europa a Japón. La distancia real es de casi 20.000 kilómetros. Entonces los barcos de Colón zarparon sin suficientes suministros para llegar a Asia. Afortunadamente para él, llegó a las Américas. Colón, pensando que había encontrado las Indias Orientales, llamó a su gente “Indios”, o indios. Finalmente murió sin darse cuenta de su error. Fue el navegante Amerigo Vespucci quien se dio cuenta de que Colón había encontrado una tierra desconocida y en 1507 se aplicó el nombre de América en honor a Vespucci. 6. POLINESIOS: 1200 E.C. Los cascos dobles daban a las canoas polinesias más estabilidad en mar abierto. NYPL/wikimedia Alrededor del 2500 a.e.c., un pueblo marinero zarpó de Taiwán para encontrar nuevas tierras. Navegaron hacia el sur a través de Filipinas, hacia el este a través de Melanesia y luego hacia el vasto Pacífico Sur. Este pueblo, los polinesios , eran maestros navegantes, leyendo el viento, las olas y las estrellas para atravesar miles de kilómetros de mar abierto. Usando enormes canoas dobles, los polinesios se establecieron en Samoa, Fiji, Tonga y las Islas Cook. Algunos fueron al sur a Nueva Zelanda , convirtiéndose en los maoríes . Otros se dirigieron hacia el este, a Tahití, Hawái, la Isla de Pascua y las Marquesas. Desde aquí, finalmente llegaron a América del Sur. Luego, habiendo explorado la mayor parte del Pacífico, abandonaron la exploración y se olvidaron por completo de América del Sur. Pero quedó evidencia de este notable viaje. Los sudamericanos adquirieron pollos de los polinesios , mientras que los polinesios pueden haber recogido batatas sudamericanas . Y compartieron más que comida. Los polinesios orientales tienen ADN nativo americano . Los polinesios no solo conocieron a los nativos americanos, sino que se casaron con ellos. 5. NÓRDICOS: 1021 E.C. Osebergskipet, un barco vikingo construido en el año 820. Petter Ulleland/wikimedia, CC BY-SA Según las sagas vikingas, alrededor del año 980 e.c., Eric el Rojo , un feroz vikingo y un astuto vendedor, llamó a un vasto y helado páramo «Groenlandia» para atraer a la gente a mudarse allí . Luego, en el año 986 d. C., un barco de Groenlandia divisó la costa de Canadá . Alrededor del año 1021 dC , el hijo de Erik, Leif, estableció un asentamiento en Terranova. Los vikingos lucharon con el clima severo, antes de que la guerra con los nativos americanos finalmente los obligara a regresar a Groenlandia. Estas historias fueron descartadas durante mucho tiempo como mitos, hasta 1960, cuando los arqueólogos desenterraron los restos de los asentamientos vikingos en Terranova . 4. INUIT: 900 E.C. Las embarcaciones inuit se construían con pieles de morsa o foca estiradas sobre madera a la deriva o hueso de ballena. The Secret Museum of Mankind, CC BY-SA Justo antes de los vikingos, los inuit viajaron desde Siberia a Alaska en botes de piel. Cazando ballenas y focas, viviendo en chozas de tierra e iglús, estaban bien adaptados al frío Océano Ártico y bordearon sus costas hasta Groenlandia. Curiosamente, su ADN es el más cercano al de los nativos de Alaska , lo que implica que sus antepasados ​​colonizaron Asia desde Alaska y luego regresaron para descubrir América nuevamente. 3. ESQUIMALES-ALEUTIANOS: 2000-2500 A.E.C. Los inuits tienen una historia distinta a la de otros nativos americanos. George R. King/wikimedia Los inuit descienden de una migración anterior: la de los hablantes de las lenguas esquimal-aleutianas . Estos son distintos de otros idiomas nativos americanos, e incluso podrían estar lejanamente relacionados con los idiomas urálicos como el finlandés y el húngaro . Esto, con evidencia de ADN, sugiere que los esquimales-aleutianos fueron una migración distinta. Cruzaron el mar de Bering desde la actual Rusia hasta Alaska, quizás hace 4000-4500 años, en parte desplazando y mezclándose con inmigrantes anteriores: el pueblo Na-Dene. 2. NA-DENE: 3000-8000 A.E.C El pueblo Na-Dene podría haber llegado a Alaska hace 10.000 años. Canadian National Exhibition/wikimedia Otro grupo, los na-dene, cruzaron el mar de Bering hasta Alaska hace unos 5.000 años , aunque otros estudios sugieren que se asentaron en las Américas hace ya 10.000 años . El ADN de sus huesos no los vincula con la gente moderna del grupo esquimal-aleut, sino con los nativos americanos que hablan la familia lingüística na-dene, como los navajos , dene , tlingit y apaches. Los idiomas na-dene son los más cercanos a los idiomas que se hablan en Siberia , lo que sugiere nuevamente que representan una migración distinta. 1. PRIMEROS AMERICANOS: HACE 16.000-35.000 AÑOS Puntas de Clovis descubiertas en un yacimiento de Iowa. Billwhittaker/wikimedia, CC BY-SA Casi todas las tribus nativas americanas (sioux, comanches, iroqueses, cherokees, aztecas, mayas, quechuas, yanomani y docenas más) hablan idiomas similares . Eso sugiere que sus idiomas evolucionaron a partir de una lengua ancestral común, hablada por una sola tribu que ingresó a las Américas hace mucho tiempo. La baja diversidad genética de sus descendientes sugiere que esta tribu fundadora era pequeña, tal vez menos de 80 personas . ¿Como llegaron ahi? Antes de que terminara la última glaciación hace 11.700 años, había tanta agua encerrada en los glaciares que el nivel del mar descendió. El fondo del Mar de Bering se secó, creando el Puente Terrestre de Bering . Los primeros habitantes de Estados Unidos acaban de caminar desde Rusia hasta Alaska. Pero el momento de su migración es controvertido. Los arqueólogos alguna vez pensaron que el pueblo Clovis , que vivió hace 13.000 años , fueron los primeros pobladores de América . Pero la evidencia ahora sugiere que los humanos llegaron a las Américas mucho antes. Hallazgos en Washington , Oregón , Texas , la costa este de los EE . UU . y Florida sugieren que la gente llegó a las Américas mucho antes que la gente de Clovis. Las huellas en Nuevo México datan de hace 23.000 años. Las herramientas de piedra en una cueva mexicana pueden datar de hace 32.000 años. Un mamut masacrado de Colorado data de hace 31.000-38.000 años. Y rastros de fuego pusieron humanos en Alaska hace 32.000 años. Algunas de estas fechas podrían ser incorrectas, pero con cada nuevo descubrimiento parece cada vez más improbable que todas estén equivocadas. Distribución geográfica de los yacimientos pre-Clovis. Los números indicados son «hace años». Nicholas R. Longrich/Google Earth, Author provided Una migración temprana resolvería perfectamente un gran misterio. Hace 13.000 años, un vasto glaciar, la capa de hielo Laurentide , enterró a Canadá en hielo de hasta tres kilómetros de espesor. Si la gente llegó a América del Norte entonces, ¿cómo cruzaron el hielo? La escarpada costa del sureste de Alaska, llena de glaciares y fiordos, probablemente era intransitable, y los primeros estadounidenses probablemente carecían de barcos. Pero hace 30.000 años, la capa de hielo no se había formado por completo. Antes de que se extendiera el hielo, la gente podría haber cazado mamuts y caballos al este de Alaska hasta los Territorios del Noroeste, y luego al sur a través de Alberta y Saskatchewan hasta Montana. Sorprendentemente, los humanos pueden haber colonizado las Américas antes que Europa occidental . Sin embargo, eso podría tener sentido. El Ártico de Alaska es duro, pero Europa tenía neandertales potencialmente hostiles . EL FIN DEL DESCUBRIMIENTO 1492 fue el último descubrimiento de las Américas. Tras los viajes de Colón, Magallanes y Cook, los descendientes dispersos de la diáspora de la humanidad finalmente se reunieron. Aparte de unas pocas tribus no contactadas , todos conocían todas partes. El descubrimiento era imposible. Los barcos del Capitán Cook, Resolution y Discovery, frente a la costa de Tahití. Samuel Atkins/wikimedia Pero la historia del asentamiento de las Américas todavía se está escribiendo y nuestra comprensión está evolucionando. Los esquimales-aleutianos pueden haber sido dos migraciones diferentes , no una. Los genes insinúan la posibilidad de otras poblaciones fundadoras tempranas. Y dada la poca evidencia que dejaron los polinesios y los nórdicos de sus visitas, es concebible que hubo otras migraciones, de las cuales tenemos poca evidencia. Hay tanto que no sabemos. Ya nadie puede descubrir las Américas, pero queda mucho por descubrir sobre su descubrimiento.

  • Cyclospace, un vehículo eléctrico a pedales alimentado por paneles fotovoltaicos

    Cyclospace es un vehículo a pedales con capacidad para transportar varias personas a la vez. Trub lleva trabajando en el proyecto unos catorce años, durante los cuales ha podido diseñar unos diez modelos diferentes del Cylcospace. Cyclospace fue diseñado para ser lo más sencillo posible La elección de utilizar componentes de baja tecnología se debe a que el diseñador del vehículo quiere que el usuario pueda hacer las reparaciones él mismo en caso de avería. Cyclospace circula a menos de 30 km/h, una velocidad que, según su diseñador, es ideal para disfrutar del camino. Gracias a su baja velocidad y a la ausencia de puertas, Cyclospace no sólo es un medio de transporte divertido, sino también un vehículo que permite a sus ocupantes interactuar con los transeúntes. “Estoy intentando inventar un coche en el que la gente no se grite”, afirma Nicolas Trub. Según su diseñador, el Cyclospace es la respuesta perfecta al significado de la palabra «automóvil». Obtiene su combustible a miles de kilómetros de distancia, obtiene su mantenimiento en los talleres. “El Cyclospace es un vehículo familiar con potencia muscular. Con un techo transparente que protege a sus pasajeros de las inclemencias del tiempo, ofrece asientos cómodos, lo que hace que los viajes sean agradables y respetuosos con el medio ambiente. La asistencia al pedaleo es una opción útil para las distancias largas y las zonas con pendientes pronunciadas”, Nicolas Trub.

  • ENTRE NEANDERTALES Y SAPIENS HUBO SEXO, PERO POCO AMOR

    La relación entre los neandertales y los primeros sapiens despierta apasionantes debates. Un enfrentamiento entre ambas especies, una “guerra” de 100 000 años, el tiempo que duró la convivencia en el planeta, con una victoria para los nuestros, ha sido la interpretación más aceptada durante mucho tiempo. Hoy sabemos que además de la posible hostilidad de los sapiens, hubo otros enemigos en la contienda. La derrota de los neandertales, la extinción de la última especie “hermana”, pudo deberse a cambios climáticos, quizá a su propia condición anatómica, incluso a los efectos de una epidemia que les diezmara. Los nuevos registros arqueológicos y los avances en la comprensión de nuestro genoma han transformado por completo el modo en que ahora podemos contar nuestra historia junto a los neandertales. EUROPA CENTRAL: EL TERRITORIO COMPARTIDO POR AMBAS ESPECIES La densidad de población en Eurasia, a lo largo del Pleistoceno superior, hace unos 129 000 años, debió ser muy pequeña. No es una mera cifra, sino que atiende a las posibilidades de encuentro que pudieron darse en el pasado entre ambas comunidades. Ellos y nosotros éramos muy pocos. Carecemos de datos fiables durante el Paleolítico medio, pero sí del inicio del Paleolítico superior (Auriñaciense), momento en que se estima en Centroeuropa una población de entre 900 y 3 800 personas. Es decir, por toda Europa central se repartían los habitantes de lo que hoy podría ser un pueblo pequeño. Si consideramos una superficie habitable superior a 10 millones de km² , la densidad de población era ínfima, cercana a 0,103 personas/100 km². Sumemos a la escasa densidad de población que los lugares de residencia (cuevas, abrigos o cauces fluviales) se reutilizaban de manera reiterada por los mismos grupos a lo largo del tiempo. Así, las posibilidades de contacto entre ambas especies debieron ser muy escasas. Mapa con la distribución de los principales hallazgos de neandertales tardíos, sapiens anteriores al 40.000 BP, así como yacimientos musterienses tardíos y de Paleolítico superior inicial. Las zonas sombreadas podrían corresponder a áreas de contacto entre las especies. (Elaboración propia a partir de https://doi.org/10.1002/jqs.3350, https://doi.org/10.1038/s41586-021-03335-3 y https://doi.org/10.1126/sciadv.abj9496. Base Cartográfica, MDT de la NASA Earth Observation). HUBO MÁS ENCUENTROS DE LO ESPERADO Entre neandertales y sapiens hubo más encuentros de los que parecían probables, y no solo hubo competencia. Los expertos lograron secuenciar el ADN neandertal en restos humanos como los de El Sidrón (Asturias), Vindija (Croacia) o Mezmaiskaya (Rusia), y pudimos empezar a establecer comparaciones con el ADN de poblaciones modernas, así como con los primeros sapiens que llegaron a Europa. La importancia de la secuenciación ha culminado recientemente con la concesión del Nobel de Medicina a su pionero, Svante Pääbo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania. Esta comparación confirma que la relación entre estos grupos humanos fue más frecuente de lo pensado. Igualmente, resulta contradictorio que distintas especies pudiesen tener descendencia común. Pero hoy sabemos que en nosotros hay una carga genética de entre un 1% y un 4% de ADN neandertal, aunque no todos los sapiens muestran huella de hibridación como sucede con las poblaciones africanas. En 2018 se dio a conocer el hallazgo de los restos de una niña, hija de una mujer neandertal y un hombre denisovano, que confirmó que el mestizaje fue un proceso viable e indiscriminado. Recientemente los restos humanos de los yacimientos de Bacho Kiro, en Bulgaria, y Zlatý kůň, en Chequia han confirmado que los contactos se produjeron con frecuencia. Por el momento, los encuentros debieron estar limitados a contextos geográficos y cronológicos concretos. Sabemos que, al menos, pudieron producirse en los montes Altai de Siberia hace unos 100 000 años, en Próximo Oriente cerca de los 60 000 años y ya en centro Europa alrededor de los 40 000 años, y todo ello en base a registros genéticos de sapiens y neandertales. La “amorosa” relación entre especies debió restringirse a la integración de individuos aislados dentro de grupos ajenos. Los procesos de selección cultural en la descendencia debieron esculpir nuestra limitada carga genética neandertal. SIMILARES, PERO NO IGUALES Solemos olvidarnos de la importancia que tiene la cultura como diferenciadora entre los grupos humanos. Aunque no se reconocieran como especies distintas, sí debieron considerarse diferentes tal y como su cultura material lo indica. Dos especies, dos culturas. Registro antropológico e industrial neandertal (izquierda) y sapiens (derecha). Foto: Conchi Torres y Javier Baena. Author provided Por ejemplo, hace unos 300 000 años, los primeros sapiens elaboraron una industria idéntica a los neandertales pero la cambiaron en poco tiempo hasta estándares muy complejos. Sin embargo, los Homo neanderthalensis la mantuvieron sin apenas cambios hasta su extinción. Igualmente, aun asumiendo que la simbología y el arte formaran parte de la riqueza cultural de los neandertales, su generalización y expresión no es en absoluto asimilable a la de los sapiens, y ello sin descartar la autoría sapiens fruto de una temprana llegada a occidente. A lo largo de los últimos 100 000 años en los que se establecen contactos entre estas especies, la cultura de los neandertales parece sin duda la gran triunfadora. Esta industria neandertal, conocida como Musteriense, se registra en los yacimientos europeos sin apenas variación desde los 300 000 años. De hecho, la hibridación cultural que se produce en Próximo Oriente confirma el relativo triunfo de los modos de producción de utillaje de los neandertales frente a los propios de los sapiens. ¿Puede considerarse esto un dominio de una especie sobre otra? Es posible que la situación sociodemográfica condicionara una respuesta cultural en favor de los neandertales, pero la flexibilidad y plasticidad de los sapiens pudo ser la clave de esta absorción del musteriense durante el periodo en que ambas especies entraron en contacto a lo largo de unos 5 000 años. Frente a un marcado sentimiento territorial en los neandertales, quizá los sapiens modelaron la ocupación del mismo territorio con mayor movilidad agotando paulatinamente los recursos tradicionales de sus parientes. UNA BATALLA GANADA DE ANTEMANO Los neandertales fueron capaces de adaptarse a cambios climáticos muy duros y de explotar ambientes y recursos muy variados con una tecnología compleja. Quizá fue su inmovilismo cultural sumado a las nuevas condiciones creadas por la esporádica y quizá temprana llegada de los sapiens a Eurasia lo que determinó su paulatina disolución en favor de éstos, capaces de llevar a cabo migraciones ágiles y adaptaciones al medio con mayor flexibilidad. Fue una “guerra” lenta pero ganada de antemano. No es fácil saber si los últimos grupos neandertales fueron conscientes de su propia extinción, dejando sus huellas en reductos aislados. Este conflicto entre especies derivó en sexo, pero parece que con poco amor. De otro modo el ADN neandertal estaría mucho más presente en los grupos humanos que evolucionaron en Europa. #Amor #Arqueología

  • Investigadores detectan actividad inesperada en bacterias “muertas”

    Investigadores de la Universidad española Pompeu Fabra (UPF) y de la Universidad de California (Estados Unidos) descubrieron cómo unas células bacterianas en un letargo profundo, las esporas, son capaces de captar las señales del exterior, lo que les sirve para decidir si el ambiente les resulta o no conveniente para despertarse y volver a la vida. El descubrimiento, publicado en la revista Science, ofrece datos sobre los mecanismos de funcionamiento de las esporas que entran en letargo en condiciones adversas, que pueden ayudar a comprender la vida en estados extremos en la Tierra y quizás en otros planetas donde pueda encontrarse vida inerte, aparentemente. Despertar y volver a la vida en minutos Algunas especies de bacterias, cuando se enfrentan a condiciones de falta de nutrientes y estrés, entran en un estado latente en el que detienen prácticamente todos sus procesos vitales. Este letargo profundo permite que estas células, llamadas esporas, resistan extremos de calor y presión, agentes químicos desinfectantes e incluso las duras condiciones del espacio exterior. Cuando las condiciones se vuelven favorables, estas esporas pueden despertar y volver a la vida en minutos, incluso después de un letargo de decenas de miles, o quizá millones, de años. Amenaza para la salud humana Esta extraordinaria capacidad las convierte en una amenaza para la salud humana, como ocurre en el caso del ántrax (enfermedad poco común pero grave causada por una bacteria que forma esporas), y para la industria alimentaria. Hasta ahora se creía que las esporas de bacterias eran completamente inertes y que no observaban lo que ocurría a su alrededor mientras “dormían”. Sin embargo, investigadores de la Universidad Pompeu Fabra y la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) descubrieron que las esporas tienen una capacidad extraordinaria para evaluar el entorno que las rodea mientras permanecen en un estado fisiológicamente inerte. Esporas suman señales para saber cuándo despertar Para comprobarlo, los investigadores sometieron esporas de la bacteria Bacillus subtilis a señales ambientales de corta duración que no eran lo suficientemente intensas como para desencadenar un regreso a la vida. Sorprendentemente, los científicos observaron que las esporas podían acumular en el tiempo estas señales tan pequeñas y si la suma alcanzaba un cierto umbral, decidían salir del estado inactivo y reanudar su actividad metabólica y fisiológica. Usando un modelo matemático, los investigadores descubrieron que las esporas usan un mecanismo de energía electroquímica, basado en la emisión de iones de potasio para evaluar el entorno circundante. En lugar de despertarse, las esporas liberan parte de su potasio en respuesta a cada pequeña señal y, a continuación, suman señales consecutivas para determinar si las condiciones ambientales son adecuadas para despertarse. Esta estrategia les sirve para revelar si las condiciones externas son realmente favorables y no solo una mejoría transitoria, evitando así que las esporas se anticipen demasiado y renazcan en un mundo que todavía les resulta desfavorable. “Similar a la de las neuronas del cerebro” “Esta estrategia es sorprendentemente similar a la de las neuronas del cerebro”, destacó el catedrático de biología de sistemas de la UPF Jordi García Ojalvo. “Al igual que en las neuronas, las esporas suman a lo largo del tiempo señales pequeñas y breves para determinar si se alcanza un umbral y al llegar a él inician su regreso a la vida, de la misma forma que las neuronas disparan un potencial de acción para comunicarse con otras neuronas”, añadió. Curiosamente, las esporas pueden realizar esta integración de señales sin requerir energía metabólica, mientras que las neuronas se encuentran entre las células del cuerpo que más consumen. Este descubrimiento supone un cambio de paradigma sobre las capacidades de células que se encuentran en estados extremadamente inactivos, aparentemente muertas. El trabajo sugiere formas alternativas de hacer frente a la amenaza potencial que representan las esporas patógenas e incluso tiene implicaciones sobre qué esperar de la vida extraterrestre. “Si se encuentra vida en Marte o Venus, es probable que esté en un estado inactivo; ahora sabemos que una forma de vida que parece estar completamente inerte todavía puede ser capaz de pensar en sus próximos pasos”, resaltó por su parte el profesor del Departamento de Biología Molecular de la Universidad de California en San Diego, Gürol Süel. FEW (EFE, Science) #cIENCIA #Marte

  • POR QUÉ A LOS HUMANOS NO LES CRECEN NUEVAS EXTREMIDADES COMO A LOS LAGARTOS

    Uno de los procesos más sorprendentes, y a la vez menos comprendidos de la naturaleza es la regeneración, es decir, la capacidad de un organismo de hacer crecer de nuevo las partes del cuerpo que ha perdido. Entre los vertebrados, esta capacidad es más común en los reptiles y anfibios, pero ¿por qué los humanos no podemos hacer lo mismo? La respuesta está en nuestro ADN. Todos los animales tienen genes que contienen las instrucciones para construir y mantener sus cuerpos. Estas instrucciones se almacenan en los cromosomas, largas cadenas de ADN que se enrollan dentro del núcleo de cada célula. En la mayoría de los casos, cuando una parte del cuerpo se pierde o se daña sin posibilidad de reparación, la información necesaria para hacer crecer una nueva ya no está presente en el ADN del animal. Pero algunos animales han desarrollado la capacidad de activar ciertos genes después de una lesión, genes que habían estado inactivos hasta ese momento, lo que les permite regenerar las partes del cuerpo perdidas. Los investigadores creen que los vertebrados desarrollaron por primera vez esta capacidad hace más de 375 millones de años. En la actualidad, esta capacidad se encuentra principalmente en reptiles y anfibios, que pueden regenerar colas, dedos de los pies y partes de sus mandíbulas y médula espinal perdidas. Incluso algunos mamíferos, como las ratas y los ratones, pueden regenerar los dedos perdidos, parte de la cola y la punta de los dedos. ¿Y qué pasa con los humanos? Por desgracia para nosotros, no tenemos la capacidad de regenerar partes del cuerpo perdidas. Esto se debe a que la información necesaria para hacer crecer un nuevo miembro ya no está presente en nuestro ADN. De hecho, cuando perdemos un miembro, algunas de las instrucciones genéticas para construirlo se destruyen. Los científicos creen que esta pérdida de información puede deberse a un proceso llamado metilación. La metilación es una reacción química que se produce a lo largo de nuestra vida y desempeña un papel importante en el desarrollo embrionario. Pero también tiene un lado oscuro: la metilación puede silenciar genes -en otras palabras, impedir que se expresen. Este silenciamiento puede transmitirse de una generación celular a otra. Como resultado, con el tiempo, algunos genes pueden quedar silenciados de forma permanente y no poder volver a activarse, lo que hace imposible la regeneración. Hay dos tipos de células en nuestro cuerpo: las embrionarias y las adultas. Las células embrionarias son capaces de dividirse y multiplicarse infinitamente, y así es como nos desarrollamos desde una sola célula hasta un ser humano completamente formado. Las células adultas, en cambio, son mucho más especializadas. Pueden dividirse y multiplicarse, pero no tanto como las células embrionarias. Por eso se curan los cortes y los rasguños, pero no podemos regenerar los miembros perdidos. Otro mecanismo por el que no podemos regenerar los miembros perdidos es que nuestros vasos sanguíneos no se ramifican lo suficiente. Para que un nuevo tejido crezca, necesita un suministro de sangre. Nuestros vasos sanguíneos se ramifican bastante cuando nos desarrollamos en el útero, pero dejan de ramificarse una vez que nacemos. Por eso las heridas se curan de dentro a fuera: los vasos sanguíneos ya han crecido en la zona y pueden llevar oxígeno y nutrientes al tejido que se está curando. La última razón por la que no podemos hacer crecer nuevas extremidades es que nuestros nervios no se regeneran bien. Los nervios son importantes para dos cosas: enviar señales del cerebro a los músculos para que se muevan y enviar sensaciones al cerebro para que sepamos lo que pasa con nuestro cuerpo. Cuando perdemos una extremidad, los nervios que iban a esa extremidad siguen ahí, sólo que terminan bruscamente en el lugar de la lesión. Con el tiempo, algunos de estos nervios se regeneran (así es como los amputados recuperan a veces la sensibilidad en el miembro perdido), pero nunca vuelven a crecer perfectamente. Por eso son tan importantes las prótesis, que ayudan a los amputados a recuperar parte de su función tendiendo un puente entre las terminaciones nerviosas restantes y el miembro artificial. Esto no significa que la regeneración sea imposible para nosotros; después de todo, ya tenemos la capacidad de regenerar partes del cuerpo perdidas, como las uñas y la piel. Pero en lo que respecta al crecimiento de nuevos miembros, parece que por el momento nos quedamos con lo que tenemos.

  • “Necesitamos entender el magnetismo para entender el universo”: las claves que esconde u

    “Nadie sabe de dónde vino el magnetismo cósmico o cómo se generó“. Y no, no es una forma de hablar. Se trata de un problema tan complejo que, tradicionalmente, los modelos de formación de galaxias lo han ignorado por completo. Pero una nueva investigación parece dejar claro que eso es un callejón sin salida. Sui Ann Mao y su equipo del Instituto Max Planck de Radioastronomía han encontrado el campo magnético galáctico más antiguo del universo en una galaxia a 5 mil millones de años luz de la Tierra. Es el primer paso para establecer un “registro fósil” que ilumine uno de los misterios astronómicos de nuestro tiempo. Un debate complejo En los últimos años el debate ha estado en si, como sugieren por ejemplo los trabajos de Rüdiger Pakmor, los campos magnéticos crecen exponencialmente tras la creación de la galaxia. O si, como señalan los datos de Mao, el campo magnético permanece bastante estable desde los primeros tiempos de vida. En buena parte, este debate se debe a la dificultad para medir unos campos magnéticos que, aunque parezca increíble, son tremendamente débiles. El de la Vía Láctea, para hacernos una idea, es más de un millón de veces más débil que el de la Tierra. Medir algo casi imperceptible Esto hace que detectarlos sea mucho más difícil de lo podría parecer. Los investigadores del Max Planck han tenido que usar el efecto Faraday; esto es, estudiar el campo magnético a través de las alteraciones que provoca en la luz (de un cuásar, en este caso). Lo que encontraron es que, pese a la ‘juventud’ de la galaxia que estaban estudiando (recordemos que tiene unos 5.000 millones de años),** su campo magnético era muy parecido al de la Vía Láctea**. Esto parece ser una evidencia contra Pakmor. Y más allá de eso, es un paso muy interesante para comenzar a acumular un ‘registro fósil’ de las galaxias y sus campos magnéticos. Eso nos llevará a estudiar galaxias cada vez más lejas y, si tenemos suerte, a entender cómo se formó el universo.

  • Se empieza a descubrir el universo magnético oculto

    La curiosidad del hombre por el magnetismo se despierta con la observación del fenómeno de atracción entre la piedra imán y trozos de hierro. Este hecho continúa encerrando todo su misterio y poder de fascinación. El origen de la palabra magnetismo permanece velado en la lejanía histórica.Lucrecio (98-55, a.d.C.) asegura, en el libro VI de De Rerum Natura, que en Magnesia abunda la piedra imán, por lo que su poder de atracción se denominó poder magnético. Plinio (27-71 A.d.C.) refiere una bonita leyenda tomada del poeta griego Nicandro, siglo II antes de Cristo, en la que se refiere que un pastor llamado Magnes, apacentando su rebaño en las faldas del monte Ida, observó asombrado cómo su bastón de hierro era atraído por una piedra cercana que, desde entonces, se conoció como piedra de Magnes. La piedra imán ha sido descrita en los Vedas con el nombre de Chumbuk o piedra que besa. El empleo, por vez primera, de la brújula se atribuye a los chinos. Este artificio, de gran utilidad náutica, se desarrolló considerablemente durante las cruzadas. Durante el largo período de tiempo en que el culto a la ciencia desapareció en gran parte de Europa, quedando como patrimonio del mundo árabe, hasta el Renacimiento, el único nombre ligado con el del magnetismo es el de Pedro de Maricourt o Pedro el Ermitaño, quien escribió un breve manuscrito, De Magnete, en el que se describe la brújula de pivotes. En 1600 aparece la obra, en seis tomos, de Williams Gilbert (1540-1603): De Magnete, magnelisque corporibus, et magno magnete tellure…. La teoría del campo electromagnético se desarrolla y cierra en un siglo, concretamente, entre 1785 y 1887, fechas respectivas de los experimentos de Coulomb y de Michelson-Morley. En 1820, Oersted descubre que el efecto de una corriente eléctrica es análogo al producido por la piedra imán. Ampere explica la existencia de imanes, como una consecuencia de que en el interior de algunos cuerpos fluyan corrientes eléctricas microscópicas. Faraday, haciendo uso de su proverbial habilidad experimental, mostró cómo la acción de los campos magnéticos sobre los cuerpos produce siempre una reaccion en éstos, no siendo, por tanto, exclusiva del hierro y el níquel. Faraday descubrió la utilidad de la susceptibilidad de la materia al influjo de los campos magnéticos. Sucede, no obstante, que esta reacción, generalmente una fuerza, es en el hierro varios millones de veces superior a la presentada por el agua, por ejemplo. Con las ecuaciones de Maxwell se cierra el sistema conocido como electrómagnetismo clásico. Las propiedades de la perturbación producida en el espacio por las cargas y corrientes eléctricas queda resumida en estas ecuaciones diferenciales de carácter eminentemente macroscópico. La tarea que la historia del magnetismo destina al siglo XX es la de analizar la trama microscópica que origina la manifestación macroscópica resumida en las ecuaciones de Maxwell.

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