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- Matemáticas, aliadas de los avicultores para que las gallinas marrones pongan más huevos
Para que los huevos lleguen del galpón a su hogar, las gallinas “ponedoras” deben crecer en condiciones específicas que les permitan una mayor producción. El uso de modelos matemáticos permitió identificar puntos clave del crecimiento y la producción comercial de los huevos marrones, los más consumidos en los hogares colombianos. El huevo es una de las fuentes de proteína más consumidas en el país. En el ranking mundial Colombia ocupa el puesto número 12. En 2021 la producción fue 1.400 millones de unidades. La edad de la madurez sexual en las gallinas ponedoras marrones hace referencia al desarrollo biológico que estas tienen y redunda en su ciclo productivo. Se trata de un aspecto esencial para el avicultor porque a través de esta información se obtiene más beneficio económico al disponer de una mayor cantidad de huevos. Las ponedoras alcanzan el peso adulto o la madurez fisiológica alrededor de las 35 semanas del ciclo de vida. En una explotación avícola comercial de gallinas marrones de raza Hy Line Brown en Choachí (Cundinamarca), el zootecnista Julio César Pinzón, magíster en Producción Animal de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), encontró que, aplicando los modelos matemáticos Yang y Gompertz a una base de datos de 15 lotes de producción, se podrían definir puntos críticos de los procesos de crecimiento y producción. De dicha base de datos se registró información como peso corporal, consumo diario de alimento concentrado, porcentaje de uniformidad en los pesos, conversiones alimenticias, porcentajes de producción, huevos por ave alojada y peso de los huevos producidos. El modelo de Yang, que funciona para predecir la dinámica de producción de huevos durante el ciclo productivo de la ponedora, arrojó que la edad al 50 % de producción se da a los 21 días en promedio luego de comenzar la postura de huevos, mientras que el pico de producción del lote en condiciones comerciales se alcanza a los 52 días del inicio de la postura, y llega a valores promedio de 96,5 %. “A partir de estos datos se propone maximizar el peso corporal y las uniformidades de los lotes durante el crecimiento (3, 8, 9, 12 y 16 semanas), ya que produce efectos positivos sobre: la edad a la madurez sexual, la edad al 50 % y al pico de producción, además de mayor número de huevos por ave alojada en el ciclo productivo”, explica. Es decir, si en la octava semana el peso corporal y la conversión alimenticia de una gallina Hy Line Brown tiene un valor óptimo o incluso superior al exigido –entre 650 y 690 gramos–, esto impactaría en una mayor producción de huevos y en alcanzar un pico de producción más rápido. Con respecto al modelo Gompertz, mediante una ecuación que relaciona la edad del ave con el peso corporal de las ponedoras, se infirió que las ponedoras de estos lotes obtienen una tasa máxima de crecimiento entre 14,8 y 17,3 gramos al día, entre las 8 y 10 semanas de edad. “El hallazgo es importante pues tiene efectos positivos en el proceso de maduración de la ponedora, inicio óptimo de su postura y número de huevos por ave alojada”, destaca el zootecnista. Aunque la investigación no determina el peso óptimo que debe tener cada ponedora, ni las condiciones en las que se deben criar en las explotaciones avícolas para tener una mayor producción de huevos, sí ofrece una noción importante de las semanas determinantes para el crecimiento y desarrollo de ellas. Por último, el investigador señala que “Las curvas de producción de huevos sirven como patrón para que los avicultores detecten condiciones específicas de los mejores lotes, con valores de referencia que se deben ajustar en el tiempo con regularidad para disminuir la variación en producción y masa de huevos”.
- Los cuentos de Navidad explicados por la ciencia
¿Por qué el Grinch, ese personaje que apareció por primera vez en 1957 deseando robar la Navidad, es como es? Y otra duda más: ¿podría existir en realidad un individuo como tal? Un equipo de científicos ha revelado la ciencia detrás de los fenómenos más conocidos de nuestras historias navideñas favoritas, protagonizadas por Rudolph, el reno de nariz roja, Mr. Scrooge (Ebenezer Scoorge) de Cuento de Navidad o incluso el propio Grinch que robó la Navidad. El Grinch podría tener un problema cardiaco A la criatura conocida como Grinch, le da por intentar “robar” la navidad haciéndose con todos los regalos y decoraciones de los aldeanos cercanos; sin embargo, se sorprende al no escuchar llorar a nadie y el corazón le crece el triple de su tamaño normal cuando se da cuenta de que la Navidad significa mucho más que solo los regalos y las decoraciones, así que devuelve todo lo robado para unirse a la celebración. Según los científicos, el aumento de tamaño del corazón podría ser un signo de insuficiencia cardíaca, ya que el órgano está trabajando mucho más para bombear la sangre; podría conducir a la rotura de una válvula, lo que no le haría sentir demasiado bien y por tanto, no estar demasiado alegre. Sin embargo, los investigadores plantearon una teoría que encajaba mucho mejor con el estado del Grinch: es medio serpiente. “Sabemos que es una serpiente, es un tipo parecido a una serpiente”, dijo David Kass. “Ahora, si fue provocado, en este caso, por una comida, puedo especular. Según recuerdo, él va a Whoville, y va a detener la Navidad para recibir todos los regalos, como Santa Claus al revés. Pero también recibe toda la comida. Obtiene esa bestia asada, y no creo que simplemente la haya tirado en su bolso, así que tal vez como nuestra pitón, resultó ser una comida bastante grande. Y efectivamente, mientras vuelve a subir, el corazón comienza a agrandarse mucho”. La nariz roja y luminosa del reno Rudolph La historia de Rudolph apareció por primera vez en 1939 y, desde entonces, este reno y su nariz luminosa guían el trineo de Santa Claus, convirtiéndolo en el reno favorito de los amantes de la Navidad. Sin embargo, los renos reales no tienen la nariz brillante y roja. ¿Cómo explicarlo científicamente? La nariz está compuesta de cartílago y hueso, pero tiene una superficie interna particularmente grande, por lo que puede calentar de manera eficiente el aire frío que ingresa. Además, sí que existen criaturas bioluminiscentes o con fluorescencia en la naturaleza, así que si de alguna forma este código se integrara en el ADN de Rudolph, cabría la posibilidad de que su nariz brillase en tonos rojos como si de una bombilla encendida se tratase. Sería un evento entre un millón mediante un proceso llamado transferencia horizontal de genes. Y, ¿qué pasa con el gruñón de Mr. Scrooge? En Cuento de Navidad vemos al señor Scrooge en su casa de Londres realizando un periplo de viajes en el tiempo para comprender la importancia del espíritu navideño. Los Fantasmas de las Navidades Pasadas, Presentes y Futuras le muestran las consecuencias de sus acciones haciendo estos viajes atrás y adelante en el tiempo. ¿Cómo explicamos esto científicamente? Bueno, quizá viajar al “futuro”, sería lo más fácil de explicar. Si consigues moverte a una velocidad increíblemente alta conseguirás avanzar en el tiempo, aunque necesitarías alcanzar velocidades cercanas a la de la luz. Quizá lo más complicado sea viajar al pasado. Los expertos de la Johns Hopkins exponen que Sii incorporamos suficiente masa, el espacio-tiempo se deforma tanto que ni siquiera la luz puede escapar de su atracción gravitatoria, y se forma un agujero negro. Si te acercaras al borde del agujero negro, tu reloj marcaría infinitamente lento en relación con los que están lejos de él y con suficiente gravedad, en teoría, la curvatura del espacio-tiempo podría formar un bucle consigo mismo: un agujero de gusano que permitiría conectar diferentes puntos en el tiempo”. Desafortunadamente para Scrooge y para nosotros (aunque la paradoja del Abuelo está más que extendida en la literatura y el cine), esto queda muy lejos de ser posible en el mundo real. #cIENCIA #Navidad
- Implantan en la cara de una mujer una nariz impresa en 3D que se hizo crecer en su antebrazo
Esta es una historia de éxito. La de una mujer que perdió la nariz en su lucha contra el cáncer, pero a la que le consiguieron implantar una nueva creada por impresión 3D. La mujer se estaba tratando de un tipo de cáncer llamado carcinoma de células escamosas que le había aparecido en la cavidad nasal. Le dieron radioterapia y quimioterapia, pero, por el camino, gran parte de la nariz y el paladar se dañaron gravemente. Los médicos intentaron sustituirle la nariz por medio de reconstrucciones y prótesis faciales, sin embargo, nada de esto funcionó. Fue entonces cuando se decidió probar una nueva técnica: se imprimió una nariz en 3D usando un biomaterial que se emplea en medicina para sustituir total o parcialmente órganos y tejidos del cuerpo. Aunque la técnica se había utilizado antes, nadie la había probado para hacer crecer una nariz. Uno de los obstáculos a los que se enfrentaron los médicos del Hospital Universitario de Toulouse (Francia) para hacer crecer la nariz fue la falta de vasos sanguíneos. Fue entonces cuando decidieron implantar la nariz impresa en 3D en el antebrazo de la paciente. De esta manera solventaron el problema. Tras dos meses en el antebrazo, la nariz desarrolló su propia circulación sanguínea, que pudo cortarse y reconectarse a la cara mediante microcirugía para unir los vasos. “Especialmente frágil, la creación e impresión en 3D de la nariz fue posible gracias a la colaboración entre los equipos médicos y la empresa Cerhum, un fabricante belga”, escribió el Hospital Universitario de Toulouse en su cuenta de Facebook. “Hoy el trasplante es un éxito. Tras una alimentación en el antebrazo y una colonización de dos meses del dispositivo médico, se ha podido trasplantar en la región nasal y revascularizar con éxito”. El trasplante ha sido posible gracias al personal de cirugía del Hospital Universitario de Toulouse y el Instituto Claudius Regaud. 2022 está siendo un año glorioso para la impresión en 3D de partes del cuerpo. A principios de año se creó una oreja para una paciente con microtia, un trastorno congénito que hace que el oído externo esté subdesarrollado o ausente. La paciente de 20 años tenía la oreja derecha pequeña y deforme. El trasplante se realizó con éxito en marzo. La técnica parece que evita las probabilidades de rechazo y logra un aspecto natural. Otro éxito en materia de trasplantes fue la implantación en un paciente de la primera mandíbula de titanio impresa en 3D, que se construyó a partir de una tomografía computarizada para que encajara a la perfección.
- Es la religión más antigua que hay sobre la Tierra y más que una fe es una colección de creencias re
El nombre hinduismo es un exónimo, pues es el término que usan los extranjeros para referirse a los hindúes. Empezó a hacerse popular en Occidente tras la publicación del libro Hinduismo de Monier Monier-Williams, un profesor de Oxford y experto en sánscrito. Viene de la palabra Indos, que era con la que los griegos llamaron a los habitantes del Valle del Indo, y que a su vez es un término derivado del persa Sindus, el que usaban para referirse a los habitantes de aquella zona. Solo a partir del siglo XVI aquellas gentes empezaron a utilizar ese término para referirse a ellos mismos. Lo más llamativo de esta fe, y que no encontramos en ninguna otra comunidad religiosa, es que sus fieles aceptan, e incluso celebran, la naturaleza internamente inconsistente de su tradición. Esto es posible porque creen que la verdad o la realidad no se puede encapsular en ninguna creencia: como suelen decir muchos hindúes en sus oraciones, “que los buenos pensamientos nos lleguen de todos lados”. Dicho de otro modo, la verdad es de tal naturaleza que debe buscarse por diferentes caminos y nadie la puede reclamar como si fuera un dogma. Por eso, para un hindú cualquier opinión sobre la verdad, incluso la de un gurú -a quien se le considera que tiene cierta autoridad superior-, está condicionada por el tiempo, la edad, el género, el estado de conciencia, la posición social, la ubicación geográfica… No es de extrañar que para ellos la tolerancia sea la principal virtud religiosa. Para sus practicantes el hinduismo recibe el nombre de Sanatan Dharma (“orden eterno” o “camino eterno”) y entienden los preceptos tal como se establecen en las escrituras conocidas como los Vedas, y tienen a Brahman como el Principio Universal Supremo, la primera causa material y el final de todo aquello que existe. El hinduismo rehuye la clasificación que se hizo popular a mediados del siglo XIX que divide las religiones en compartimentos estancos: monoteístas, politeístas y panteístas. Este último es una saco en el que entran todas aquellas religiones que no se pueden clasificar como niguna de las dos anteriores. Entonces ¿qué es el hinduismo? Podemos decir que es monoteísta porque reconoce a un único dios; pero también es politeísta ya que existen muchos avatares del único dios; también es henoteísta, ya que uno puede elegir elevar a cualquiera de estos avatares a la supremacía, y panteísta pues los avatares podrían interpretarse como representantes del mundo natural. Incluso podría ser una forma de ateísmo, ya que uno podría optar por reemplazar el concepto de Brahman por el uno mismo en su esfuerzo por llegar a ser la mejor versión de si mismo. Vedas, entre el 1500 y el 500 a. C.; se dice que los escribas simplemente registraron lo que siempre había existido. Este conocimiento eterno se conoce como shruti (“lo que se escucha”) y se encuentra en las secciones de los Vedas conocidas como Samhita, Araniaka, Brahmana y, los más famosos, los Upanishad. Estas obras se complementan con los smritis (“lo que se recuerda”) que relatan historias sobre cómo practicar la fe e incluyen los Puranas, las epopeyas Mahabharata y Ramayana, los Yoga Sutra y el Bhagavad Gita, uno de los clásicos religiosos más importantes del mundo. Sin embargo, cometeríamos un error si los consideráramos la ‘Biblia hindú’, ya que en ningún momento se afirma que sean la palabra de Brahman. En relación a su origen, es probable que existiera alguna forma del sistema de creencias que se convertiría, o al menos influiría, en el hinduismo antes del tercer milenio antes de nuestra era, cuando una coalición nómada de tribus que se referían a sí mismas como arias llegó a la región desde Asia Central (el término ‘ario’ se refería a una clase de personas, no a una raza, y significaba ‘hombre libre’ o ‘noble’). Cuando llegaron al valle del río Indo se encontraron con una civilización avanzada que se había desarrollado a partir de asentamientos del período neolítico anteriores a 7000 a.C., la llamada Cultura del Valle del Indo. Es probable que se produjera una fusión entre la religión del Valle del Indo y la de los recién llegados durante el período védico, momento en el cual se compusieron los textos en sánscrito más antiguos, los Vedas.
- ¿Fue un cambio climático lo que provocó la aparición de la agricultura?
Hace 15 000 años los efectos de la Era Glacial por la que estaba pasando el planeta se sentían por todo el mundo. En particular, todo el Mediterráneo oriental se encontraba bajo la influencia de los vientos anticiclónicos que soplaban desde Escandinavia y Siberia. Las condiciones eran bastante más áridas que hoy en día en zonas de Turquía y el valle del Nilo, donde sus aguas discurrían a unos 6 metros por encima de su nivel actual y el cauce era más estrecho y menos profundo. Era allí, en sus orillas, donde sobrevivían bandas de cazadores-recolectores cazadores-recolectores poco numerosas y muy móviles, que se asentaban allí donde encontraban agua y plantas comestibles. Un patrón de vida común a lo largo de la costa oriental del Mediterráneo, el valle del Jordán, la meseta de Anatolia y junto al Tigris y Éufrates. En el periodo de glaciación las bandas de cazadores-recolectores no superaban la docena de miembros, debiendo afrontar inviernos fríos y húmedos y veranos cálidos y secos, que se hacían más secos a medida que viajaban hacia el sur desde valle del Jordán. Las semillas eran abundantes entre abril y junio y los frutos entre septiembre y noviembre, mientras que las gacelas prosperaban por todas partes, al tiempo que también podían encontrarse uros, venados y jabalíes. En toda la región, al igual que sucedía en Europa, este clima seco hacía que la contribución de los vegetales a la dieta humana fuera pequeña. Para hacernos una idea de la climatología a la que debían enfrentarse nuestros antepasados basta con fijarnos en la variación de la temperatura media del planeta: si en la actualidad apenas ha cambiado 3 grados en un siglo entonces podía cambiar 7 en una década. Pero hace 12 000 años la Tierra empezó a calentarse: la última Edad del Hielo llegaba a su fin. Y lo que es más importante, el clima se empezó a estabilizar, lo que produjo en el Creciente Fértil una explosión de robledales con sus apreciadas bellotas. Los seres humanos empezaban a tener suerte: después de varios miles de años el agua superficial era más que suficiente y los manantiales proporcionaban agua dulce abundante. Ante tan benignas condiciones las bandas de cazadores recogieron sus bártulos y empezaron a moverse hacia oriente, hacia regiones que hasta entonces habían sido inhabitables. Las primeras pruebas de que algo así sucedió las obtuvimos en la década de 1920, cuando la arqueóloga de la Universidad de Cambridge Dorothy Garrod empezó a excavar en el monte Carmelo, la cordillera que hay en Israel sobre el mar Mediterráneo. A esta población la llamó kebariense, por la cueva de Kebara donde encontró rebabas de sus flechas y los raspadores de piedra que usaban para procesar las pieles. Esta cueva, que ha proporcionado restos de homínidos de hace 60 000 años, se hizo famosa en 1982 cuando se encontró el que hasta ahora es el esqueleto de Neandertal más completo recuperado. Durante la glaciación sus habitantes vivían de la caza, como hicieran los Cromañón europeos, pero con el calentamiento empezaron a extenderse desde el Levante y el desierto del Negev y el Sinaí hasta el Éufrates y la Anatolia. Tremendamente móviles, el material que llevaban consigo era fácilmente transportable; quizá una docena, la mayoría fabricados en madera. Alimentándose principalmente de gacelas, al subir las temperaturas en su dieta empezaron a entrar frutos secos y semillas. Podríamos decir que hacia 11 000 a. E. los kebarenses empezaban a adoptar lo que llamamos una dieta mediterránea. En busca de otras tierras A los descendientes de la cultura Kebara se les llama natufienses, que ya jugaron al sedentarismo, viviendo en cuevas y abrigos todo el año, un excelente lugar para resguardarse de la lluvia y almacenar sus provisiones vegetales. Entre sus alimentos estrella estaban el pistacho, muy fácil de procesar, y la bellota, muy alimenticia pero que requiere un gran trabajo: quitar la cáscara y moler la semilla puede llevar horas, y aún todavía no es comestible pues contiene una elevada cantidad de taninos con su característico sabor amargo. Para eliminarlos la harina de bellota debe ser lixiviada, esto es, pasarse por agua. Según el antropólogo Walter Golschmidt, obtener 2,5 kilos de harina de bellota exigía más de 7 horas de trabajo, una inversión de tiempo bastante importante. Las primeras aldeas Fue en el momento en que las bellotas, abundantes gracias al calentamiento del planeta, desplazaron a la carne como fuente principal de alimento -y eso que la caza, aunque requiere tiempo, lleva muy poco a la hora de desollarla y descuartizarla- cuando la vida de las bandas cambió radicalmente. Después de miles de años moviéndose, la cosecha de bellotas ató a los natufienses a campamentos de larga duración: las cuevas y abrigos dejaron paso a las aldeas, formadas por cabañas de planta circular con paredes de caña y barro, y algunas con un silo para guardar los alimentos y tenerlos a salvo de roedores e insectos. Por ejemplo, en el sitio de Mallaha, en el valle de Hula, Israel, sus moradores invirtieron una gran cantidad de tiempo y trabajo en la construcción de terrazas para sus casas en la ladera de la colina, en un asentamiento donde vivieron varias generaciones. ¿Cómo lo sabemos? Gracias a un pequeño animalito de cola larga, el ratón común, que aparece en grandes cantidades en los cúmulos de residuos excavados. Igualmente se han encontrado ratas y restos de gorriones, que aparecen siempre en asentamientos humanos de larga duración. Esto no quiere decir que los natufienses no se desplazaran: a veces las gentes viajaban a campamentos estacionales -algo así como una segunda vivienda- para cosechar o cazar. En Mallaha también se han encontrado muchos huesos de gacelas inmaduras, lo que implica que las condiciones climáticas eran favorables para que estos animales se reprodujeran durante todo el año. Pero lo que realmente ataba a los humanos allí eran las bellotas y los pistachos. Si a todo esto sumamos la cosecha de otros frutos secos y la quema sistemática de arbustos y pastos para estimular el crecimiento de las especies vegetales que les interesaban o para atraer animales, tenemos un cuadro bastante ajustado de cómo administraban sus recursos. Fue todo un éxito porque esta práctica pronto se extendió a otros lugares: con un clima más benigno los asentamientos crecieron, prosperaron y se expandieron. Y, como no podía ser de otro modo, la bonanza llevó a la sobreexplotación y esto a colocar a los natufienses en el límite de vulnerabilidad de una población. Un cambio en sus condiciones de vida podría acabar con ella. Y así sucedió cuando una pertinaz sequía llegó en 11 000 a. E. y se prolongó durante varias generaciones.
- ESTOS ANIMALES MARINOS VIVIERON HACE 500 MILLONES DE AÑOS Y ESTÁN MUY BIEN CONSERVADOS
La imagen de arriba es una reconstrucción artística del animal marino Gangtoucunia aspera, que vivió hace más de 500 millones de años durante el periodo Cámbrico. En el individuo del primer plano, el caparazón está dibujado sólo parcialmente para mostrar el tejido blando que hay debajo. Los fósiles preservan a lo largo de millones de años los huesos y caparazones de animales extintos, pero por lo general no se conservan los tejidos blandos. En el suroeste de China, los investigadores han descubierto fósiles excepcionalmente bien conservados del periodo Cámbrico donde se pueden identificar caparazones duros y, esta vez, también tejidos blandos de animales de aquella época. Estos fósiles permiten ahora reconstruir el aspecto de las criaturas cuando estaban vivas, algo inusual para una época tan lejana. El equipo en torno a Guangxu Zhang, de la Universidad de Yunnan (China), ha publicado sus resultados en la revista científica Proceedings of the Royal Society B. Los fósiles, encontrados en la provincia china de Yunnan, tienen una antigüedad de unos 514 millones de años. En ese periodo de la historia de la Tierra se produjo la llamada explosión del Cámbrico: en un tiempo geológicamente corto, de unos pocos millones de años, aparecieron casi de forma abrupta todos los grupos animales que existen en la actualidad. Al menos, por lo que podemos decir de los fósiles que han sobrevivido. Por regla general, sólo han llegado a nosotros las partes duras de los animales de aquella época, es decir, los caparazones que contienen calcio y los elementos del esqueleto o los caparazones del cuerpo hechos de quitina o cartílago. Son principalmente estos los que se fosilizan, mientras que los tejidos blandos normalmente se descomponen rápidamente y, por tanto, ya no son reconocibles en el fósil. Por lo tanto, en la mayoría de los casos es casi imposible decir qué aspecto tenían los animales del Cámbrico cuando estaban vivos. Esto es diferente con los restos fósiles encontrados ahora de Yunnan. Se formaron en un entorno pobre en oxígeno donde apenas había bacterias que suelen descomponer los tejidos blandos. Por ello, no sólo se conservan en ellas partes del esqueleto, sino también estructuras carnosas. Se trata de los restos de cuatro animales marinos de la especie Gangtoucunia aspera, un lejano pariente de las anémonas. Fósil de una Gangtoucunia mostrando los tentáculos, la boca y el intestino. © LUKE PARRY AND GUANGXU ZHANG, UNIVERSITY OF OXFORD Como muestran los fósiles, estas criaturas tenían un caparazón tubular que estaba unido a las rocas y de cuyo extremo superior sobresalía una boca. Estaba rodeado por un anillo de tentáculos lisos y no ramificados de cinco milímetros de largo. Los animales probablemente lo utilizaban para capturar presas, por ejemplo pequeños artrópodos. Sus intestinos terminaban ciegamente, por lo que no tenían una salida separada. Esto quiere decir que la boca era también el ano. También se puede ver que el tracto digestivo estaba dividido longitudinalmente. Así pues, Gangtoucunia aspera poseía rasgos conocidos de los cnidarios modernos, entre los que se encuentran las medusas, las anémonas de mar y los corales. El parecido con las medusas paraguas es especialmente llamativo. En su fase larvaria, estas medusas forman el llamado escifópodo, un pólipo adherido a la roca con tronco, boca, corona de tentáculos y cavidad digestiva subdividida. En los animales del Cámbrico, la boca y el anillo de tentáculos sobresalían de la envoltura tubular del cuerpo, pero probablemente podían retraerse en caso de peligro. El propio caparazón estaba hecho de fosfato de calcio, un mineral que también se encuentra en los dientes y huesos modernos. Como se desprende de los fósiles, Gangtoucunia aspera no estaba relacionada con los anélidos (gusanos) marinos, como algunos investigadores habían sospechado anteriormente. Sin embargo, esto no descarta la posibilidad de que otras especies del Cámbrico, de las que han sobrevivido fósiles con forma de tubo, pertenecieran en realidad a gusanos marinos.
- ¿Será 2040 el comienzo del fin de la civilización?
A principios de la década de los 1970 una organización llamada el Club de Roma, fundada en 1968 por un pequeño grupo de científicos y políticos, encargaba a un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que elaboraran un informe sobre la sostenibilidad a largo plazo de nuestro planeta. Para ello desarrollaron un programa de ordenador, World3, con el objeto de predecir cómo iba a evolucionar la población, la economía y la huella ecológica de la humanidad en los próximos 100 años. El programa predijo algo terrible: el fin de la civilización como hoy la conocemos para 2040. El texto resultante de este estudio, Los límites del crecimiento, fue el libro medioambiental más vendido de todos los tiempos. Y también fue duramente criticado por catastrofista. “Los límites del crecimiento, en nuestra opinión, es un trabajo vacío y engañoso”, escribió The New York Times. Sin embargo, las décadas posteriores han demostrado que muchas de sus predicciones han sido muy precisas, como el estancamiento en la calidad de vida y la escasa disponibilidad de recursos naturales clave. ¿Agoreros? Ciertamente nunca han faltado quienes han augurado una desaparición de la humanidad. El problema es que no es el único modelo que predice la catástrofe. El informe Food Systems Shock Report realizado por el Global Sustainability Institute de la Universidad de Anglia Ruskin (Gran Bretaña) y publicado por Lloyds en 2015 predice “un aumento de la inestabilidad política” como resultado de la escasez mundial en el suministro de alimentos en las próximas décadas. El aumento en la “intensidad y frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos” en los años venideros (y no hace falta recordar el largo verano que hemos pasado) pondrá en peligro los recursos hídricos y la agricultura. “Dos tercios de la población mundial podrían vivir en condiciones de estrés hídrico en 2025… Los precios volátiles de los alimentos y el aumento de la inestabilidad política pueden aumentar el impacto negativo en la producción de alimentos, y causar una serie de problemas económicos, sociales y políticos en todo el mundo”. En 2014 Safa Motesharrei, de la Universidad de Maryland publicaba, junto con su compañera Eugenia Kalnay y Jorge Rivas de la Universidad de Minnesota, el artículo titulado Human and Nature Dynamics (HANDY): Modeling Inequality and Use of Resources in the Collapse or Sustainability of Societies. Según este modelo hay dos factores importantes que están presentes en el colapso de todas las civilizaciones en los últimos 5000 años: la tensión ecológica y la estratificación económica. El primero es bien conocido, pues no hay mejor forma de acabar con la civilización que esquilmando los recursos naturales como las aguas subterráneas, el suelo, la pesca y los bosques, todo lo cual podría verse empeorado por el cambio climático. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando descubrieron que el desastre también se puede producir cuando las élites empujan a la sociedad hacia la inestabilidad, al acumular enormes cantidades de riqueza y recursos y dejando poco o nada para la ‘masa’. La situación es simple: la población trabajadora se hunde porque la porción de riqueza asignada no es suficiente, y ello va seguido por el colapso de la élite debido a la ausencia de mano de obra. Las desigualdades que vemos hoy ya apuntan a ese final: el 10% de las personas que obtienen mayores ingresos a nivel mundial son los responsables de casi la totalidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, y aproximadamente la mitad de la población mundial vive con menos de 3 euros al día. El artículo de Motesharrei termina de forma muy pesimista: “lo que refleja de cerca la realidad del mundo actual… es que encontramos que es difícil evitar el colapso”. Otros dos estudios, uno de KPMG -una organización que aglutina a diversas empresas dedicadas a las auditorías económicas- otro de la antigua Office of Science del Gobierno del Reino Unido (hoy Department for Business, Energy & Industrial Strategy) también advierten de lo que se nos viene encima: una convergencia de las crisis de los alimentos, el agua y la energía que podría crear una “tormenta perfecta “dentro de quince años. Siria, un aviso a navegantes Algunos investigadores como Thomas Homer-Dixon, director del Cascade Institute en la Universidad Royal Roads, Canadá, señalan que tenemos ante nosotros algo parecido a ensayos de luces locales de lo que nos espera. Un ejemplo es lo sucedido en Siria. Este país disfrutó de una alta tasa de nacimientos durante un tiempo, con lo que la población creció sin medida. Entonces, entre 2006 y 2011 el país sufrió la sequía más intensa registrada -probablemente provocada por el cambio climático– que, combinada con la escasez de aguas subterráneas, arruinó las cosechas, provocó un aumento en los precios de los alimentos y una migración masiva de familias a las ciudades, cuyas infraestructuras fueron incapaces de soportar un aumento de población que ya se había disparado con la llegada de refugiados de la guerra de Irak. Sin empleo y sin alimentos, el descontento y la desesperación hicieron su aparición, sobre todo entre los jóvenes. En semejante campo de minas y con unas tensiones étnicas preexistentes, no se necesitó mucho para que emergiera un ambiente de violencia social que condujo al país a una guerra civil que lo ha enviado directamente a la edad de piedra. El modelo de Motesharrei de tensión ecológica y estratificación socioeconómica parece cumplirse. Refugiados ambientales Para Homer-Dixon hay cambios repentinos e inesperados en todo el mundo que nos están anunciando lo que está por venir, como la crisis económica de 2008, el Brexit, el triunfo de Donald Trump, la tensión entre las dos Coreas o la guerra de Ucrania. Su predicción pasa por que el colapso de las sociedades occidentales vendrá precedido por una desintegración de las naciones más pobres debido a conflictos y desastres naturales; enormes oleadas de migrantes saldrán de las regiones en crisis y buscarán refugio en otros países más estables. Kart Harmsen, director del Instituto para Recursos Naturales en África de la Universidad de las Naciones Unidas con base en Ghana, ha afirmado que, si la degradación del suelo sigue al ritmo actual, África sólo podrá alimentar al 25% de su población en 2025. Esto implicará que 2 000 millones de personas se convertirán en refugiados ambientales que migrarán en busca de nuevas tierras. ¿Cómo responderá el primer mundo? Como lo está haciendo, con restricciones e incluso prohibiciones a la inmigración: se levantarán muros, se lanzarán drones de vigilancia y se multiplicarán las tropas en las zonas fronterizas; se impondrán estilos de gobierno más autoritarios y populistas, pues eso es lo que pedirá el común de la población, que sentirá amenazado su cómodo estilo de vida. Pero eso no impedirá que la brecha entre ricos y pobres dentro de las mismas naciones occidentales siga aumentando. “Para 2050 habrán evolucionado hasta convertirse en una sociedad con dos clases, en las que una pequeña élite vive una buena vida mientras que la mayoría verá cómo el bienestar irá disminuyendo paulatinamente”, dice Jorgen Randers. “Lo que colapsará es la equidad”. A principios de septiembre de 2017 se reunieron en Gotemburgo (Suecia) un pequeño grupo de investigadores con el objetivo de mirar mucho más allá en el futuro. Las reflexiones que allí se escucharon cristalizaron en un artículo con un título intrigante: Trayectorias a largo plazo de la civilización humana. Partieron del supuesto de que, si bien el futuro es incierto, no es desconocido. Podemos predecir muchas cosas con una fiabilidad razonable, a través de los patrones que observamos, los eventos que se repiten y los comportamientos habituales que hemos mostrado a lo largo de la historia. Eso nos lleva a que se puede intuir la trayectoria que vamos a tomar. Y para bien o para mal, las decisiones de hoy darán forma al futuro. “Lo que está en juego es extremadamente grande, y hay mucho que podemos hacer ahora para tener algo positivo mañana”, escriben.
- Comer tarde aumenta el hambre y disminuye las calorías quemadas
Pocos estudios han investigado exhaustivamente, hasta el momento, los efectos de comer tarde en los tres factores principales que contribuyen a la regulación del peso corporal y, por lo tanto, al riesgo de obesidad: la regulación de la ingesta de calorías, el número de calorías quemadas calorías y cambios moleculares en el tejido adiposo. Ahora, un equipo de científicos del Brigham and Women’s Hospital ha descubierto que cuando comemos esto afecta significativamente a nuestro gasto de energía, apetito y vías moleculares en el tejido adiposo. “En este estudio, preguntamos: ‘¿Importa el tiempo que comemos cuando todo lo demás se mantiene constante?’. Y descubrimos que comer cuatro horas más tarde hace una diferencia significativa en nuestros niveles de hambre, la forma en que quemamos calorías después de comer y la forma en que almacenamos grasa”, explica Nina Vujović, experta en cronobiología médica en Bingham y autora principal del estudio que publica la revista Cell Metabolism. ¿Tarde o temprano? Los análisis revelaron que comer más tarde tuvo un profundo efecto sobre las hormonas reguladoras del hambre y el apetito, la leptina y la grelina. Por ejemplo, los niveles de leptina, que indica saciedad, se redujeron en la condición de alimentación tardía. Además, los comedores tardíos quemaron calorías a un ritmo más lento y exhibieron expresión génica del tejido adiposo hacia un aumento de la adipogénesis y una disminución de la lipólisis, lo que promueve el crecimiento de grasa. “Este estudio muestra el impacto de comer tarde versus comer temprano. Aquí, aislamos estos efectos al controlar variables de confusión como la ingesta calórica, la actividad física, el sueño y la exposición a la luz, pero en la vida real, muchos de estos factores pueden verse influenciados por el horario de las comidas”, dijo el autor principal Frank Scheer, director del Programa de Cronobiología Médica en Bingham. “En estudios a mayor escala, donde no es posible un control estricto de todos estos factores, al menos debemos considerar cómo otras variables conductuales y ambientales alteran estas vías biológicas que subyacen al riesgo de obesidad”. Moraleja Ingerir nuestras comidas unas horas antes podría ser la clave para reducir el riesgo de volverse obeso. #Alimentaciónsaludable #Obesidad #Salud
- DOS SEMANAS A TOMATES PODRÍAN SERVIR PARA SANAR NUESTRA MICROBIOTA INTESTINAL
Los investigadores de la Universidad de Ohio en EE UU han descubierto que dos semanas de consumo de una dieta rica en tomates aumentó la diversidad de los microbios intestinales y alteró las bacterias intestinales hacia un perfil más favorable en un experimento realizado con cerdos jóvenes. Tras observar estos resultados con una intervención a corto plazo, el equipo de investigación planea avanzar hacia estudios similares en personas, buscando vínculos relacionados con la salud entre los tomates en la dieta y los cambios en la microbiota intestinal humana, la comunidad de microorganismos como bacterias, virus, hongos y arqueas, que viven en el tracto gastrointestinal. «Es posible que los tomates impartan beneficios a través de su modulación del microbioma intestinal», dijo la autora principal Jessica Cooperstone, profesora asistente de horticultura y ciencia de los cultivos y de ciencia y tecnología de los alimentos en la Universidad Estatal de Ohio. «Los patrones dietéticos generales se han asociado con diferencias en la composición del microbioma, pero los efectos específicos de los alimentos no se han estudiado mucho», dijo Cooperstone. «En última instancia, nos gustaría identificar en los humanos cuál es el papel de estos microorganismos concretos y cómo podrían estar contribuyendo a posibles resultados de salud». La investigación se publica en la revista Microbiology Spectrum. Los tomates utilizados en el estudio fueron desarrollados por el fitomejorador y genetista de tomates del Estado de Ohio y coautor del estudio, David Francis, y son del tipo que suele encontrarse en los productos de tomate en conserva. Diez cerdos de control recién destetados fueron alimentados con una dieta estándar y 10 cerdos fueron alimentados con la dieta estándar ajustada para que el 10% de la comida consistiera en un polvo liofilizado hecho con los tomates. La fibra, el azúcar, la proteína, la grasa y las calorías fueron idénticas en ambas dietas. Las poblaciones de cerdos de control y de estudio vivían separadas, y los investigadores que dirigían el estudio redujeron al mínimo el tiempo que pasaban con los cerdos, una serie de precauciones diseñadas para garantizar que cualquier cambio en la microbiota observado con la dieta del estudio pudiera atribuirse a los compuestos químicos de los tomates y no al contacto entre los distintos grupos de cerdos. Las comunidades microbianas de los intestinos de los cerdos se detectaron en muestras fecales tomadas antes del inicio del estudio y, posteriormente, siete y 14 días después de la introducción de la dieta. El equipo utilizó una técnica denominada shotgun metagenomics (metagenómica de escopeta) para secuenciar todo el ADN microbiano presente en las muestras. Los resultados mostraron dos cambios principales en los microbiomas de los cerdos alimentados con la dieta rica en tomate: la diversidad de especies de microbios en sus intestinos aumentó, y las concentraciones de dos tipos de bacterias comunes en el microbioma de los mamíferos cambiaron a un perfil más saludable. Esta mayor proporción de los filos Bacteroidota (antes conocidos como Bacteriodetes) en comparación con los Bacillota (antes conocidos como Firmicutes) presentes en el microbioma se ha relacionado con resultados positivos para la salud, mientras que otros estudios han relacionado esta proporción a la inversa, de mayor Bacillota en comparación con Bacteroidota, con la obesidad. Los tomates representan alrededor del 22% de la ingesta de verduras en las dietas occidentales, y las investigaciones anteriores han asociado el consumo de tomates con la reducción del riesgo de desarrollar varias condiciones que incluyen enfermedades cardiovasculares y algunos cánceres. Pero el impacto de los tomates en el microbioma intestinal sigue siendo un misterio, y Cooperstone dijo que estos hallazgos en cerdos -cuyo tracto gastrointestinal es más similar que el de los roedores al sistema gastrointestinal humano- sugieren que es una vía que vale la pena explorar. «Una mejor comprensión podría conducir a recomendaciones dietéticas más basadas en la evidencia para la salud a largo plazo», dijo Cooperstone.
- La siembra de agua, una técnica milenaria eficaz para enfrentarse a la sequía
Dicen en Perú que el que cosecha agua sin haberla sembrado es un ladrón. La frase está llena de significado. Un método verde y eficiente frente a la sequía Las investigaciones que realizamos desde el Instituto Geológico y Minero de España del CSIC muestran que son sistemas realmente eficientes y válidos para enfrentarse a la sequía y afrontar los retos que plantea el nuevo escenario climático. El sistema de siembra y cosecha es sencillo. Consiste en derivar e infiltrar agua en el subsuelo y recuperarla en otros lugares unos meses o años después. No se trata de implorar a los dioses para que llueva ni de levantar megaestructuras de hormigón, se trata de conocer los sistemas naturales de la Tierra y aprovecharlos sin dañarlos para que el agua no deje de brotar. Un día más sin lluvias Las precipitaciones dejaron de producirse en Sierra Nevada allá por el mes de marzo. Hace meses desaparecieron los neveros en sus cumbres y algunas de sus lagunas emblemáticas se han secado. Pero sus ríos, sus manantiales y las fuentes de sus pueblos siguen brotando con abundante caudal. ¿Por qué se da esta singularidad en Sierra Nevada? La respuesta es sencilla: los habitantes de la montaña semiárida más meridional de Europa aprendieron a sembrar y a cosechar agua hace mucho tiempo, más o menos unos mil años, cuando las condiciones climáticas eran muy parecidas a las actuales. ¿Qué significa sembrar y cosechar agua? La siembra y cosecha del agua es un concepto acuñado en los Andes peruanos, donde se realiza desde antes de la llegada de los españoles. Con procedimientos ancestrales se recolecta el agua de lluvia y el agua de escorrentía superficial para infiltrarla (es decir, sembrarla) en los acuíferos. Cierto tiempo después el agua se recupera, se cosecha, a través de manantiales o en los ríos, y mediante la construcción de pozos y galerías. En Sierra Nevada se siembra y cosecha agua desde la época de al-Ándalus, mediante infraestructuras conocidas como acequias de careo. Las acequias de careo son canales excavados en el terreno, sin revestir, algunos con más de 10 km de longitud. Estos canales están diseñados para conducir el agua procedente del deshielo de la cabecera de los ríos de montaña e infiltrarla donde es necesaria, llegando a los acuíferos que se desarrollan en las partes altas de las laderas. Después de unos meses llega la cosecha El agua se infiltra en las acequias a lo largo de su recorrido y en determinadas zonas concretas conocidas localmente como simas, calaeros o matas. El desfase de tiempo, que normalmente es de algunos meses desde que se siembra hasta que se cosecha, se debe a la lenta velocidad de circulación del agua subterránea por el subsuelo. Este retardo en su salida hace que los manantiales y ríos tengan un caudal prácticamente constante a lo largo de todo el año, sin que se sequen nunca. El sistema permite modular el caudal de los ríos como si fueran embalses. Sin necesidad de hormigón, sin aportes de energía externos (funcionan con la fuerza de la gravedad), sin necesidad de importar tierras raras ni minerales estratégicos de otra parte del mundo. Sencillo, verde y eficiente. Intentan salvar al rinoceronte blanco del norte de la extinción La cosecha permite abastecer con agua potable de excelente calidad a las poblaciones serranas y al ganado; permite el riego de cultivos y pastos durante los periodos secos y contribuye al mantenimiento de innumerables ecosistemas asociados y al incremento de la biodiversidad. Buena parte de los robledales y castaños de Sierra Nevada dependen de los careos. Pero, además, su mantenimiento colectivo, realizado por las comunidades de regantes, contribuye a aumentar la cohesión social y a generar unos paisajes culturales que son una de las señas de identidad de esta Reserva de la Biosfera. Sin estos canales de agua ancestrales, todos estos pueblos serían un secarral, la vida allí no sería posible. Se consigue infiltrar el doble de agua que en otras montañas Las investigaciones lideradas por el Instituto Geológico y Minero de España del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IGME-CSIC) han demostrado la eficiencia, la antigüedad y la resiliencia de este sistema ancestral de recarga de acuíferos. Hemos comprobado que el agua que se infiltra en los acuíferos de Sierra Nevada duplica a la que se infiltra en otras montañas similares. El sistema tiene un alto potencial para contribuir al logro de buena parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la UE. Así lo ha entendido la UNESCO, que ha reconocido a las acequias de careo de Sierra Nevada como el primer sitio demostrativo de España y uno de los treinta a escala mundial donde se hace un manejo ecohidrológico del agua. Técnicas que pueden multiplicarse En España tenemos sistemas muy parecidos en peligro de extinción, en los que estas técnicas podrían replicarse. Es el caso de las pesqueras de la Sierra de Gredos, el de las caceras de la Sierra de Guadarrama o el de las zayas de la comarca de La Valduerna, en León. Francisco pedirá por el cuidado del medio ambiente ante ejecutivos de petroleras en el Vaticano En los Andes, donde la panoplia de sistemas de siembra de agua es espectacular (amunas, cochas, tapes y bofedales, entre otros), las administraciones públicas y los gobiernos nacionales apoyan su recuperación y réplica. La investigación de estos sistemas, que han logrado llegar a nuestros días pese a los importantes cambios climáticos y sociales, debería ser útil a los planificadores para contemplar otras formas de manejar el agua que no se enfrentan a la naturaleza, sino que trabajan de su mano.
- UN SOLO ARAÑAZO EN TU SARTÉN ANTIADHERENTE PUEDE LIBERAR MÁS DE 9.100 PARTÍCULAS DE PLÁSTICO EN TU C
¿Ha notado que tus sartenes antiadherentes no duran para siempre? De hecho, sus propiedades pueden durar tan solo unos pocos días si utilizas estropajos abrasivos (los de color verde) o utensilios metálicos para cocinar. Cocinar a altas temperaturas también acaba rápidamente con el revestimiento. Los científicos de la Universidad de Newcastle y de la Universidad de Flinders han podido medir cómo, a medida que las ollas y sartenes antiadherentes van perdiendo su revestimiento, se desprenden millones de diminutas partículas de plástico durante la cocción y el lavado. Una sola grieta en la superficie de una sartén recubierta de teflón puede liberar unas 9.100 partículas de plástico, según descubrieron los investigadores del Centro Global de Remediación Ambiental y del Instituto Flinders de Ciencia e Ingeniería a Nanoescala. Si se levanta el revestimiento la situación es aún más grave: los científicos han podido medir la liberación de 2,3 millones de microplásticos y nanoplásticos en este caso. El material de revestimiento antiadherente Teflón es un compuesto de la familia de los PFAS (sustancias polifluoroalcalinas), un grupo de compuestos que pueden afectar negativamente al sistema inmunitario y aumentar el riesgo de obesidad, cáncer, defectos en el desarrollo infantil, entre otras. El estudio desarrolló un enfoque de espectro molecular para visualizar e identificar directamente los microplásticos y nanoplásticos del teflón, que son más difíciles de controlar que otros plásticos. Los científicos recomiendan investigar más para abordar la evaluación del riesgo de los microplásticos y nanoplásticos de teflón en la salud. #Plástico #Sabores #Salud
- Cinco misterios sin resolver del universo
Ahora que los físicos han observado directamente las ondas gravitacionales, aún quedan muchas preguntas fundamentales del universo por responder. Estos son los misterios del universo que los científicos no has sido capaces de resolver aún. ¿De qué está hecho el Universo? Durante siglos, los humanos han mirado a la galaxia y han observado el interior de los átomos. Sin embargo, todo lo que se ha visto no representa ni el cinco por ciento del total del universo. Todavía seguimos buscando el resto. Se cree que alrededor del 27 por ciento del universo es materia oscura, una sustancia fantasmal que no emite ni refleja la luz. Los astrónomos están seguros de que existe, y de hecho la galaxia no se habría formado sin ella. Nadie sabe a ciencia cierta qué es la materia oscura. Podría estar compuesta de hipotéticas partículas llamadas partículas masivas de interacción débil, o WIMPs, o de neutrinos estériles. Sin embargo, los investigadores están esperando detectar los diminutos destellos de luz que los átomos producen cuando las partículas de materia oscura chocan contra ellos. Si la materia visible y la oscura combinadas representan el 32 por ciento del universo, ¿de qué está formado el otro 68 por ciento? De una fuerza omnipresente que es conocida como energía oscura. Para explicar la expansión de la aceleración del universo, la teoría actual sostiene que el universo debe estar dominado por una fuerza gravitacional que repele. Esta fuerza, a la que hacemos llamar energía oscura, probablemente tiene algo que ver con el contenido energético del espacio vacío, una “constante cosmológica” que en su día “inventó” Einstein en un esfuerzo, que ahora resulta irónico, por demostrar que el universo no se expande. Los astrónomos están muy ocupados explorando el espacio como para tener tiempo de medir la magnitud de la energía oscura. El cómo funciona en realidad sigue siendo una incógnita. ¿Por qué la gravedad resulta tan extraña? De las cuatro fuerzas fundamentales del universo, la gravedad es sin duda el “bicho” más raro, ya que no hay una buena explicación a por qué es trillones de veces más débil que el electromagnetismo o las fuerzas que mantienen unidos los núcleos de los átomos. ¿Por qué puede un simple imán de nevera desafiar la gravedad de un planeta entero? Los teóricos tienen algunas ideas. Uno de los esfuerzos a lo largo de la historia ha sido el tratar de conciliar la relatividad -que describe la gravedad como consecuencia de la curva el espacio-tiempo- con la mecánica cuántica, atribuyendo la gravedad a los campos de partículas llamadas gravitones. O tal vez la gravedad es tan fuerte como las otras tres fuerzas juntas, pero su influencia se filtra en dimensiones extra. ¿Estamos solos? ¿Dónde está el resto? La búsqueda constante de ET nos ha proporcionado algunas pruebas bastante evidentes que sugieren que hay vida más allá de la Tierra, pero es posible que tengamos que ampliar nuestra definición de “alien”. Por un lado, los astrónomos han descubierto miles de exoplanetas que orbitan alrededor de estrellas lejanas, permitiendo que algunos estimen que nuestra galaxia alberga miles de millones de planetas potencialmente habitables similares a la Tierra. Otros han argumentado que las normas básicas del universo, es decir, la combinación de energía y temperatura conlleva inevitablemente a la aparición la vida. Pero si las condiciones de vida son tan propicias, ¿por qué no hemos tenido señales de vida extraterrestre? Este problema, llamado la paradoja de Fermi, ha desatado todo tipo de explicaciones. Tal vez los extraterrestres incluyan a la Tierra dentro de un área salvaje e inhóspita. O tal vez la evolución incluye una “gran filtro” que corta civilizaciones espaciales de raíz. Algunos científicos y filósofos han llegado a sostener que la vida biológica es transitoria, y que las formas de vida dominantes en el universo son los robots superinteligentes, que vivirían en zonas más frías y oscuras del universo donde no hemos estado buscando. Y tal vez estos robots no están dispuestos a hablar con nosotros, ya que somos seres relativamente primitivos. ¿Esta nuestro universo solo? Del mismo modo que parece poco probable hacer amigos con otras formas de vida en la Tierra, algunos aspectos fundamentales del universo se sustentan en valores sospechosamente convenientes -un modelo llamado el problema de la naturalidad-. El tamaño abrumador de todo el universo garantiza la existencia de planetas similares a la Tierra, siendo una cuestión de probabilidad. Siguiendo esta línea de pensamiento, algunos físicos sostienen que, como la Tierra se encuentra entre otros planetas, nuestro universo es uno de los muchos que hay, pero que el nuestro pasa a tener las condiciones que nos permiten existir. De lo contrario, no estaríamos aquí para estudiar y escribir sobre ella. Los defensores de este modelo multiverso afirman que explica perfectamente la habitabilidad de nuestro universo, pero a muchos científicos les resulta irritante este razonamiento. #Universo